Victor Bitrián es un empresario residente en Barcelona al que la crisis arrebató su proyecto de vida en 2011, un hotel rural en Jiloca, Teruel.

En 2016, un año después de que la ley de la segunda oportunidad viera la luz, Bitrián inició los trámites para conseguir la exoneración de la deuda millonaria que en aquel momento cargaba a sus espaldas.

Hace tan solo unos días el juez Raúl García Orejudo dictó sentencia a su favor, hoy podemos decir que nuestro amigo Victor respira por fin aliviado.

¿Qué es exactamente la ley de la segunda oportunidad?

La ley de la segunda oportunidad es un proceso concursal aprobado en 2015 con el objetivo de perdonar parte de la deuda a empresarios y particulares.

Gracias a la última actualización se exonera un porcentaje de la deuda pública y privada, administrando el resto de una forma realista y asumible por parte del afectado.

Para acogerse a ella se deben cumplir una serie de requisitos y en todo momento demostrar que la persona implicada actúo de buena fé.

Se exonera a Victor Bitrián una deuda de 4 millones de euros

Asesorado en todo momento por el abogado Juli de Miquel, Victor intentó llegar a un primer  acuerdo factible con los acreedores, lo cual no pudo ser.

Al no quedar más opciones Bitrián se declaró en concurso de acreedores lo que le obligó a liquidar todos los bienes que poseía (Un piso familiar y una finca)

Hace tan solo unos días Víctor recibió una gran noticia, se le había concedido el llamado “beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho”. Liberándose de la deuda de casi 4 millones de euros que le venía pesando desde 2011.

“He llorado mucho, lo he pasado muy mal” Palabras de Bitrián

“Cuando te pasa lo que a mí, te quedas sin nada. Por supuesto, sin tarjeta de crédito. Con la línea de teléfono a nombre de mi suegra. En un continuo sobresalto. Sales adelante gracias a los amigos”

Y es que desde su colapso financiero a Víctor se le administraba el sueldo por medio de un administrador concursal. Lo que le llevaba a solicitar la aprobación de cada gasto extraordinario. Hablamos de pedir permiso para desembolsos tan cotidianos como los aparatos delante de sus hijos.

En el plano personal la bancarrota de un empresario puede llevarlo a vivir en la marginalidad toda su vida.

Sin esta nueva legislatura el destino de Víctor Bitrian habría sido idéntico al de miles de empresarios españoles que no tuvieron esa suerte, viéndose obligados a vivir en una marginalidad social y económica marcada por la deuda impagable.

La buena fé, clave para un veredicto favorable:

Para un veredicto a nuestro favor al acogernos a la ley de la segunda oportunidad se debe demostrar que en todo momento actuamos de buena fé. Y que, la bancarrota de nuestra empresa se debió a elementos fortuitos, fuera de nuestro control.

Por otro lado no hablamos de un proceso fácil. Se necesitan entre 10.000 y 15.000€ para realizar los trámites en un momento donde nuestra economía está totalmente hundida.

Contar con profesionales especializados en la ley de la segunda oportunidad para llevar a cabo el proceso también es algo clave para salir beneficiados, sin embargo merece la pena.

Hoy nuestro amigo barcelonés Víctor Bitrián respira por fin aliviado, un sentimiento de tranquilidad que en los próximos meses llegará a miles de empresarios españoles que ahora mismo lo necesitan.

Entrada cedida por EMPIEZA DE CERO
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