…Sean del tamaño que sean

T

odos, incluso los que tienen poca, tienen que aprender a administrar su deuda.
Si solo tienes unos pocos préstamos y alguna tarjeta de crédito, debes hacer frente a tus pagos y asegurarte de que tus finanzas no salgan fuera de control.

Por otro lado, si en tu caso tienes una gran cantidad de deudas, debes esforzarte más para saldarlas, a la vez que mantienes el pago del resto de gastos mensuales necesarios para subsistir.

¿Cuánto debo y a quién?

Haz una lista con todas tus deudas, incluida toda la información que tengas disponible de los acreedores a los que se les debe el dinero.

Proyecta el pago mensual que tienes comprometido y la fecha de vencimiento. Puedes comprobar si tienes alguna deuda en los ficheros de morosidad para confirmar las deudas en tu lista.  Tener todas las deudas enfrente te permitirá ver una imagen de conjunto y mantenerte al tanto del alcance completo de tu deuda.

La lista no es para crearla y olvidarse de ella. Consulta tu lista de deudas periódicamente, especialmente a medida que pagas las facturas.  Actualiza tu lista cada pocos meses, a medida que van cambiando las cantidades.

Haz frente a tus pagos a tiempo cada mes.

Los pagos atrasados hacen que sea más difícil saldar una deuda. Normalmente tendrás que pagar un recargo por cada pago incumplido.  Si incumples dos pagos seguidos, la tasa de interés, comisiones y cargos financieros harán que la deuda aumente, a veces de forma insostenible.

Lo ideal es trabajar con una entidad financiera que te avise de cada pago que entra en tu cuenta (haya o no haya saldo. Por ejemplo ING DIRECT). En caso contrario debes usar un sistema de calendario en tu ordenador o teléfono móvil, que te permita actualizar tus pagos y configurar una alerta para recordarte varios días antes cada vencimiento. Si descuidas un pago, no esperes hasta la próxima fecha de vencimiento para regularizarlo, para entonces podrían haberse iniciado procesos indeseados. Por el contrario, satisface el pago tan pronto como sea posible.

Crea un calendario mensual de pago de cuentas.

Usa también un calendario de pago de facturas para ayudarte a determinar qué facturas pagar y como hacerlo. En tu calendario, escribe la cantidad total del pago de cada factura y su fecha de vencimiento correspondiente.  Luego, confirma la fecha del pago de cada recibo o cargo en cuenta.  Si el pago es periódico y se liquida los mismos días todos los meses, como el 1 y el 15, puedes usar el mismo calendario de un mes a otro.

Haz al menos el pago mínimo.

Si no puedes pagar más, al menos realiza el pago mínimo. Por supuesto, el pago mínimo no ayuda a avanzar realmente en el pago de una deuda.  Pero evita que la deuda crezca y mantiene su cuenta al día.  Cuando pierdes pagos, es más difícil ponerse al día y, finalmente, las  cuentas pueden llevarte a un estado de insolvencia.

Decide qué deudas pagar primero.

A menudo, pagar la deuda de la tarjeta de crédito es la mejor estrategia porque las tarjetas de crédito tienen tasas de interés más altas que otras deudas.  De todas tus tarjetas de crédito, la que tiene la tasa de interés más alta por lo general tiene prioridad en el pago porque está costando la mayor cantidad de dinero.

Usa la lista de deudas para priorizarlas y clasificarlas en el orden en que deseas pagarlas.  También puedes optar por pagar la deuda con el saldo más bajo primero, esto permite reducir el volumen de acreedores impagados. Aunque a la larga suele ser el método más costoso.

¿Pago las comisiones, los intereses generados y las penalizaciones?

Seamos realistas, solo puedes pagar la deuda que puedes.  Cuando tengas fondos limitados para pagar la deuda, concéntrate en mantener las otras cuentas al día.  No sacrifiques tus cuentas positivas que llevas «al día» por aquellas que ya han afectado a tu crédito.  En su lugar, paga esas cuentas atrasadas cuando realmente puedas permitirte hacerlo y si finalmente no puedes hacerlo tendrás que poner fin a tu situación y cancelar tus prestamos.
Ten en cuenta que tus acreedores continuarán los esfuerzos de cobro en tu cuenta hasta que vuelvas a poner las cuentas al día.

Crea un fondo de emergencia al que poder recurrir.

Sin acceso a ahorros, tendrás que endeudarte aún más para cubrir un gasto de emergencia. Incluso un pequeño fondo de emergencia nos ayudará a cubrir pequeños gastos que surgirán de vez en cuando.
Primero, trabaja para crear un pequeño fondo de emergencia: 1.000 € es una buena cifra para comenzar. Una vez que tengas este pequeño fondo, establece como meta crear un fondo más grande, como 2.000 €. Eventualmente, deberías tener como objetivo acumular una reserva de seis meses para hacer frente a los gastos necesarios para subsistir.

Usa un presupuesto mensual para planificar sus gastos.

Mantener un presupuesto ayuda a garantizar que tengas dinero suficiente para cubrir tus gastos mensuales. Te permite planificar con suficiente anticipación y tomar medidas extraordinarias,  si parece que no tendrás suficiente dinero para pagar las facturas de este mes o del próximo.  Un presupuesto también ayuda a planificar la aplicación del dinero extra que te queda después de cubrir los gastos.  Puedes usar este dinero extra para pagar la deuda más rápido o para el fondo de emergencia.

Aprende a reconocer las señales cuando necesitas ayuda.

Si te resulta difícil pagar tu deuda y las facturas de cada mes, es posible que necesites ayuda de profesionales expertos, como una agencia de asesoramiento crediticio o de consolidación de deudas.

Si por el contrario has llegado a la conclusión de que es imposible pagar todas tus deudas, tienes que concienciarte de que tienes que ponerte en manos de un despacho experto en derecho concursal para acogerte a la ley de la segunda oportunidad y poder así empezar de cero.

Entrada cedida por EMPIEZA DE CERO
Ver artículo original